8 nov 2012

FOLLAMIGOS


A Claudia no le salen parejas de largo recorrido. Conoce a uno, conoce a otros, pasan unos días juntos… y se harta.

-         - Creo  que tengo un problema, Cris –me comenta en la intimidad del Starbucks de la calle Arenal.

Claudia es dulce, es activa, es atractiva y tiene unos ojos azul Siberia que te hacen pensar que es rusa. Pero Claudia es de Torrelodones y no tiene ningún problema.

-          - No tienes ningún problema.

Y me insiste en que no consigue enamorarse, que se ilusiona al principio pero que en cuanto el tipo pasa en su casa el tiempo suficiente para que se sienta con derecho a opinar de sus libros, su desorden, sus perros o cualquier otra cosa, a ella le entran los siete males. Y lo deja. El chai tea latte me inspira, creo que tengo la explicación.

-         -  Lo que pasa es que no eres facilona. Y no lo eres porque tu vida es muy plena: te gusta lo que tienes, lo que haces, lo que sabes, quién eres y cómo. Eso no es un problema, ¡eso es el Nirvana!

Porque Claudia sabe de todo, aprende de todo y se interesa por todo. Es fotógrafa, bloguera, artesana, criadora de perros y lingüista profesional . Lo mismo se marcha Goa a practicar yoga que se apunta a un curso de ganchillo. Su tiempo está repleto y ella se siente satisfecha.

¿Y el sexo?

El sexo, pues igual. Porque mi amiga ha dado con una clave: los follamigos.

Tiene amigos muy amigos a los que quiere mucho y que la quieren a ella, con los que se va a la cama cuando a ella le apetece (porque a ellos les apetece siempre) y aquí paz y después gloria.

Creo que Claudia no necesita a un hombre en su vida porque tiene la mejor versión posible de sí misma. Un "compañero"al estilo convencional no le encaja en sus planes. Y conozco ya a varias Claudias y a algún que otro Claudio. No son bichos raros, no. Para mí que es una tendencia... 


Mi amiga no quiere hombres pero sí sexo. Para eso están los follamigos.

Seguro que tienes algo que contarnos sobre lo que has leído, ¿te animas a escribirlo? Nos interesa saber qué opinas.

8 comentarios:

  1. La follamiga es lo ideal para el hombre pues, según la única teoría establecida, el hombre lo único que quiere con una mujer es follar. Sin embargo para la mujer debe ser un auténtico drama, pues según los mismos teóricos que en el caso anterior, la mujer que busca sexo en realidad lo que quiere es amor ¡Pobre Claudia!

    Un cordial saludo.

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  2. Gracias por tu comentario, Juan Ignacio. Hablas de la "teoría establecida" que, como tal, es solo eso, una teoría.
    A Claudia le va bien con su método, y si a ella le va bien, ¿qué teoría puede decir lo contrario?
    Estamos tan acostumbrados a que nos digan lo que debemos sentir, que a veces no sabemos qué sentimos verdaderamente, y tenemos que echar mano de las estadísticas, las explicaciones científicas, las doctrinas... para que nos aclaren las cosas. Nadie mejor que Claudia para saber cómo se siente ella misma.

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  3. Los follamigos (aunque no soy muy amigo de la palabra, la prefiero al cursi "derecho a roce") son personas muy sensatas y discretas que no hacen ruido, pero que van constituyendo una masa cada vez más extendida de gente satisfecha que ha entendido bien -¡por fin!- la función del sexo, la pareja, el individuo, el goce de la soledad y otros tantos conceptos sometidos a prejuicios centenarios llenos de culpas inventadas. No necesitan convencer a nadie que así les va bien y eso los hace uno de los grupos sociales más saludables emocional y mentalmente. Y también de los menos plastas.

    Mi época de follamigas duró varios años felicísimos. Una de ellas se quedó para siempre (¿o fui yo el que se quedó?). Puede que un día le pase a Claudia y entonces no le irrite tanto que otro humanoide se haga un hueco en su vida. O puede que no le pase jamás. El único problema que tiene Claudia es comprender que no tienen ningún problema.

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  4. Completamente de acuerdo, Aleve (¿¡!?). No tengo nada que añadir a tu sabia reflexión.

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  5. Hola Cris, querida amiga: tienes razón, Claudia no tiene ningún problema, y sabes qué creo?, que este es su momento, el momento de ser más Claudia, de despegar, de conocerse a sí misma y dar todo lo que tiene, de demostrar que puede hacer cosas. Que tiene que creer en sí misma y quererse a ella misma para que la crean y la quieran los demás.
    Ya llegará o no, el día en el que alguno de esos follamigos que tiene cuaje, si es que cuaja algún día, que eso es lo de menos, ella tiene lo más bonito: la vida para disfrutarla.
    Besos.

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  6. Gracias, Laura, por tu comentario. Estoy de acuerdo contigo: es el momento de Claudia, porque la soledad es una oportunidad enorme para profundizar en uno mismo, y más cuando es una soledad tan creativa y fecunda. Y sobre el futuro... nadie sabe cuál va a ser su futuro, ni siquiera quienes se ha jurado amor eterno.

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  7. Creo que entenderíamos mucho mejor la postura de Claudia si tuviéramos verdaderamente claro los conceptos de libertad individual y respeto.

    Ella ha decidido vivir su vida sentimental así, y si el compañero ocasional sabe de antemano a qué atenerse, no problemo. Pero si a pesar de saberlo no lo entiende, el problemo es suyo.

    Johny Noproblem

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  8. De acuerdo contigo, Johny. Sin embargo, ¿qué pasa si él quiere más? Siempre puede intentar suscitar el mismo deseo en Clauda. A veces nos olvidamos de que la seducción es un arma poderosísima que nos ayuda a que el otro descubra esa parte de nosotros que sí es compa(r)tible con él.

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