Belén tiene un novio muy apasionado. Está enamoradísimo
de ella, o quedadísimo o enganchadísimo o lo que sea. El caso es que cada vez
que le da un beso, se encuentren donde se encuentren, le mete la lengua hasta
la campanilla. ¿Qué se citan en una esquina? Saludo de beso a la francesa. ¿Qué
ella le da un piquito para agradecerle algo, porque está contenta o porque sí?
Morreazo al canto. ¿Qué ella se va a dormir y para despedirse acerca sus labios
a los de él? Sesión de besos con lametones…
Mi amiga está un poco harta, pero
no sabe qué hacer porque esos mismos besos le ponen mucho en la cama, y no
quiere dar a su chico una imagen de estrecha, o de incoherente o de inmadura.
- Mujer,
explícaselo, no tiene por qué pensar mal de ti.
- Pero,
¿y si se ofende?
- Díselo
dulcemente, con cariño, con respeto… No sé…
Pero mi amiga prefiere aguantar antes que hacerle pasar
un mal rato a su Bruno. Y claro, la cosa no funciona, porque en las relaciones
tan íntimas no se trata ni de aguantar ni de tratar a tu novio como a un niño mimado.
Y entonces mi amiga deja de darle piquitos para evitar el
momento lengüetazo, y solo lo besa cuando tiene ganas de irse a la cama con él.
Pero tampoco ahí la cosa funciona, porque para calentar motores necesita que él
no le meta la lengua todavía, pero él se la mete y eso a ella le mosquea, pero
no quiere que se note y sí se nota porque ella se pone muy rígida y se le corta
el rollo y se le baja la libido.
Total, que nos tomamos juntas un capuccino para ver qué
podemos hacer con todo este lío.
- Habla
con él, Belencita, cuéntale que sus maravillosos besos apasionados te encantan
en la cama, pero no siempre ni en todas partes.
- Pero
es que ya, ni en la cama… Se me ha hecho bola todo esto.
- Sí,
se te ha hecho un poco de bola. Por eso tienes que ir por partes. Primero, dile
lo que sientes sobre que te dé besos tan íntimos en momentos que no lo son, y
lueg…
- ¿Y
si se molesta?
- Mira,
Belén, si se molesta ya se le pasará. ¿No ves que lo que quiere es complacerte?
Le haces un favor diciéndole lo que sí te gusta y lo que no. Dile que esos
besos no te gust…
- ¿Y
si me deja? ¿Y si se va con otra? ¿Y si me llama estrecha?
- Belén,
¡por Dios, deja de agobiarte! Tendrá que saber cómo es la chica con la que vive
y a la que desea, ¿no? Si te quiere, lo aceptará. Tal vez le duela en su
orgullo, pero luego lo encajará y punto.
- …
- Habla
con él. ¡Pero no le digas “tenemos que hablar”! Sencillamente, díselo sin darle
demasiada importancia, sin tragedias –conozco a mi amiga.
- …
A veces, las mujeres no queremos pasarnos de exigentes,
pero tampoco queremos conformarnos con lo que nos dan. En mi opinión, deberíamos
cultivar el arte de decir las cosas con naturalidad. En eso, los tíos son unos maestros:
te lo dicen como les sale, y sanseacabó.
Así que Belén, una noche, preparó una cena romántica, con
velas y música suave. Se vistió (más bien, se desvistió) para la ocasión y,
ante los últimos trozos de piña natural con coulie de fresa, se lo soltó.
Y él lo encajó perfectamente: “No había notado nada,
gordi, lo siento. Habérmelo dicho antes, mujer”, y se zampó el último trozo de
su postre, como si nada. Y le miró el escote, como siempre. Y a mi amiga se le
solucionó el problema.
Las tías le damos demasiadas vueltas a las cosas…
Gordi, tienes una miguita en los labios… Slurp…
Foto de Robert Doisneau
¿Hay algo que quisieras decirle a tu pareja y no sabes
cómo hacerlo? ¿Qué sueles hacer en estos casos? Comparte tu experiencia con
nosotras.
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